Estoy en el aeropuerto de Santiago de Compostela esperando a alguien. Veo el sol ponerse a mi izquierda, a través de los cristales que me separan de la calle. Pienso en la última vez que fui pasajera y no logro recordarlo; probablemente volviendo de Bulgaria, cuando me asignaron por equivocación la tarjeta de embarque de un ciudadano chino.
El hilo de mi cometa
El hilo de mi cometa
El hilo de mi cometa
Estoy en el aeropuerto de Santiago de Compostela esperando a alguien. Veo el sol ponerse a mi izquierda, a través de los cristales que me separan de la calle. Pienso en la última vez que fui pasajera y no logro recordarlo; probablemente volviendo de Bulgaria, cuando me asignaron por equivocación la tarjeta de embarque de un ciudadano chino.